Acelerar y lograr que los procesos de construcción de una obra sean más productivos, eficientes y rentables es una de las mayores prioridades en la construcción; pues esto implica una reducción de costos y generar beneficios a largo plazo para quienes habitarán o usarán dicha construcción.
Hoy más que nunca, la productividad laboral en el sector es un factor decisivo para hacer frente a los obstáculos financieros y garantizar un crecimiento óptimo. Una baja productividad no sólo es sinónimo de pérdidas de dinero o tiempo, también implica mayores gastos, por lo que la optimización debe ser el paso a seguir.
Ideas para maximizar la productividad en una obra
Una gestión efectiva de una obra ante tiempos difíciles que representan un reto para el sector, requiere de la toma de decisiones rápidas, pero sobre todo ágiles e inteligentes al momento de levantar un proyecto de construcción.
Una toma lenta o poco oportuna de decisiones, puede derivar en errores que a mediano o largo plazo saldrán caros, por lo que el éxito de una construcción depende sobre todo de la forma en que nos enfrentamos a las eventualidades y los eventos.
-
El primer paso siempre es planificar
Planificar es simplemente elegir acciones específicas de acuerdo al tiempo, tomar con antelación este tipo de decisiones es la forma en la que podemos fijar objetivos de productividad en la construcción.
Una buena planeación se enfoca en ser disciplinada, flexible, sistemática y con capacidad de respuesta. En una obra, las áreas a planificar son:
- Materiales.
- Recursos humanos y rotación de personal.
- Tecnología.
- Equipo y Herramientas.
- Instalaciones para operaciones.
- Logística y Transporte.
Adicionalmente, debemos definir cuáles serán los indicadores de productividad, esto a partir de objetivos o fechas límite.
-
Elige materiales de construcción de forma inteligente
Elegir de forma adecuada los materiales de construcción, es un ejercicio elemental para generar rentabilidad en una obra. Un error común es confundir la idea de rentabilidad con ahorro y aunque reducir gastos es una prioridad, nunca se debe sacrificar calidad por precio.
Por otra parte, se deben considerar factores como la funcionalidad y usabilidad de los espacios, y cada vez más las tendencias de construcción sugieren que la idea es que la rentabilidad no termine en la construcción, sino que cobre sentido en cómo las personas utilizan los espacios.
De esta forma surge la idea de espacios sustentables, como por ejemplo, aquellos que por su diseño no requieren de amplias instalaciones de iluminación pues pueden contar con la luz natural o estar construidos con materiales que aíslan o conservan la temperatura, de acuerdo a su función o ubicación.
Otra alternativa, es apostar por materiales como la malla electrosoldada que permite sustituir a la varilla o barra corrugada en algunas aplicaciones, y gracias a su diseño, es posible generar ahorros en mano de obra, tiempo de instalación e incluso material, pues no se requiere de alambre recocido para los amarres.
La clave de la rentabilidad es el pensamiento productivo
Es un hecho que no podemos prevenir ni controlar todos los eventos que suceden dentro de una construcción, pero una correcta planeación permitirá mitigar de forma eficiente cualquier retraso o eventualidad.
Adicionalmente, no podemos dejar fuera el generar planes de contingencia que permitan responder ante dichos eventos de forma mucho más ágil y si se cuenta con planes de acción al momento de la planeación, ya no se perderá tiempo en resolver situaciones de logísticas.
Un pensamiento productivo, es decir, mantener nuestra mente fija en metas y objetivos, permitirá a un equipo de construcción generar procesos eficientes y así, construir una obra exitosa.