En los alrededores de la planta de Aceros Turia Colombia ubicada en Amagá, Antioquia hay un tesoro a la vista. La huerta que con amor y dedicación Emilio Areiza Sánchez ha sembrado por un año y tres meses. En la fábrica en la que hacen productos de acero para construcción hay sembrados más de doce variedades de semillas, las cuales, gracias al esfuerzo de uno de los encargados logísticos de la planta, han dado frutos en varias ocasiones.
El plátano, la yuca, el banano, el limón, el mango, la naranja, la ciruela, entre otras semillas, son el testimonio del arduo trabajo de don Emilio, como le dicen en la planta, que durante sus tiempos libres y horas extras ha labrado la tierra con esmero y paciencia.
De acuerdo con Areiza, esta iniciativa ha sido apoyada por Daniel Sánchez, gerente de la planta, quien le pregunta de manera constante por el estado de las plantas y le ha facilitado esta labor.
Para don Emilio, esta huerta es uno de sus pasatiempos, uno que sin esperarlo se ha convertido en un beneficio para él y las familias de las 35 personas que diariamente desempeñan labores en esta planta que despacha mallas, barras y alambres de acero, entre otros, a diferentes regiones del país.
Aunque este agricultor aficionado habla con cariño de cada una de sus plantas, es evidente que sus favoritas son las de ciruelo, sembradas debajo del puente de ingreso a la fábrica “son de una semilla extranjera que le compré a una señora y vea cómo han crecido de fuertes y grandes”, explicó Areiza. Las frutas verdes y redondas se encuentran en el terreno inclinado, listas para ser recolectadas próximamente.
Mirando hacia el futuro, don Emilio tiene grandes planes: fortalecer sus plantas actuales y sembrar otras variedades de semillas. En sus cinco años en Aceros Turia, ha sido un ejemplo de pasión y mejoramiento continuo, inspirando a todos los que lo rodean con su dedicación a la huerta.